Howard Gardner, creador de la teoría de las inteligencias múltiples, identifica siete elementos que permiten modificar creencias
Gurú de la inteligencia enseña cómo cambiar de mentalidad
Racionalizar las ideas, tener argumentos sólidos sobre la propia postura, y generar confianza en los demás al transmitir un mensaje son algunos de los elementos que permiten influir en las personas. Así lo explicó ayer el destacado sicólogo de la U. de Harvard, en una conferencia en la U. de Valparaíso, donde habló sobre su último libro, Mentes Flexibles (Ed. Paidós).
Fecha edición: 12-01-2006
Cambiar hábitos y creencias, sobre todo en adultos, no es fácil, pero en la vida diaria, por ejemplo, es posible ver estos intentos en acciones que van desde la lucha por ganar votos en una elección, hasta las conversaciones en que los padres tratan de convencer a los hijos de estudiar determinada carrera. Así explicó el creador de la teoría sobre inteligencias múltiples Horward Gardner, profesor de Educación de la U. de Harvard (EE.UU.), quien visita Chile en el marco del seminario Inteligencias Múltiples en la Educación y la Empresa, de la U. de Valparaíso. El que las personas cambien, detalla, depende de siete pasos o "palancas de cambio".
La fuerza de la razón
Este elemento tiene un rol fundamental, sobre todo en quienes tienen mayor nivel educacional. Racionalizar algo y comprenderlo implica ser capaz de ver qué ideas son pertinentes, cuánto pesa o vale cada una en relación con un tema para, con ello, llegar a una conclusión general. Este proceso puede hacerse usando la lógica (descartando ideas coherentes de las que no tienen consistencia), analogías o representaciones.
Investigación
Para complementar el uso de la razón, Gardner indica que se puede apoyar con la búsqueda de datos, el uso de métodos de análisis o cifras. No tiene que ser necesariamente formal: puede funcionar recogiendo opiniones de otros o comparar hechos.
Resonancia
Mientras los dos primeros factores apelan a la razón, la resonancia se refiere a los afectos y tiene que ver con la coherencia entre una idea y la experiencia personal. Se puede dar en dos niveles: a nivel racional, la persona se convence de algo tras racionalizar e investigar; a nivel subconsciente, a simple vista una afirmación puede parecerle lógica, pero no concuerda con sus creencias. La resonancia, además, se da cuando quien transmite una idea es considerado confiable.
Redescripciones
Un cambio mental, dice Gardner, es posible si se enseña o trasmite algo que es posible de representar, para que la persona pueda visualizarla o aplicarla en diversos ámbitos. Por ejemplo, un cubo se puede dibujar, se puede describir o ver cómo su figura emerge en diferentes objetos.
Recursos y recompensas
Si no están los factores antes descritos, es difícil que un cambio de opinión ocurra por la recompensa que se ofrezca, aunque sí lo facilita. Si se le da a un hijo dinero a cambio de que estudie, en ausencia del estímulo puede dejar de hacerlo. Y en cuanto a los recursos, está -por ejemplo- el tiempo: si alguien quiere ir al gimnasio y le falta, no podrá hacer este cambio en su vida.
Sucesos del mundo real
En la vida, suceden cosas que no podemos controlar. Gardner pone como ejemplo a la figura de la ex primer ministro británica Margaret Thatcher: "Ella tomó sucesos como los atentados del IRA, que no estaban en sus manos, para ganar popularidad combatiendo contra ellos".
Resistencias
Los elementos anteriores son importantes para producir un cambio. Pero se sabe que no es fácil hacerlo en los adultos, a menos que sus resistencias frente a un tema sean débiles: "Cuando las personas son fundamentalistas, es decir, cuando tienen un compromiso de no cambiar de mentalidad, es imposible hacerlo".
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